
Gutiérrez
Cerda (2002), plantea: "La evaluación más que un instrumento de medición
para calificar, es un medio que nos permite corregir algunas fallas y
procedimientos docentes, retroalimenta los mecanismos del aprendizaje, permite
planear nuevas experiencias de aprendizaje, así como mantiene consciente del
grado, avance, o nivel de logro, refuerza oportunamente en áreas de
estudio o aprendizaje que se perciban como insuficientes y le permite al
docente planear nuevas experiencias de aprendizaje para el logro de los
objetivos; así como revisar su desempeño docente e implementar las medidas
correctoras inmediatamente".
De
ahí que considero que la evaluación es un proceso continuo, “Complejo” y
global que nos brinda información a tiempo para reajustar el proceso educativo
desde la intervención del docente hasta las necesidades de los alumnos; y eso
me lleva a deducir que la evaluación es un “instrumento” para mejorar, por ello
hoy en día los criterios y los métodos para calificar deben ser evaluados.
Perrenoud
(1990) marca que el éxito y el fracaso escolar no son realidades o
apreciaciones objetivas de competencias del estudiante, sino el resultado de
cómo se entiende y se valora el proceso y los resultados del aprendizaje de los
alumnos.
Por
eso la evaluación tiene como principal función ser orientadora, evaluar los
aprendizajes, recoger información para guiar al docente a que logre sus metas
de enseñanza, ayudar a elaborar proyectos y programas para que el alumno
alcance mejores niveles educativos.
Desde
mi punto de vista la evaluación es proceso para conectar e integrar una nueva
comprensión con el conocimiento existente (Diagnóstica), así como un proceso
continuo, que permite tomar decisiones para realizar ajustes a la mejora del
desempeño docente y en los aprendizajes de los estudiantes (Formativa), y
proceso que sirve para verificar la consecución de logros importantes en
la adquisición de competencias por parte de los estudiantes, y las cuales se
relacionen con los mismos continuos de desempeño que se utilicen en la
evaluación formativa (Sumativa). Por ello he cambiado mi forma de evaluar, es
continua y diversa, permitiéndome no verme saturada en las diferentes
asignaturas que imparto y sobre todo detectar a tiempo quien requiere apoyo
extra.
El
texto “Dime como evalúas y te diré que tipo de profesional y de persona eres”,
nos encamina a hacer conciencia del valor que tiene la evaluación y el impacto
que provoca el emitir una calificación en varios aspectos del contexto del
alumno. Nos da a conocer los factores que condicionan la evaluación, llevándome
a concluir que se deben hacer cambios y romper con los modelos de evaluación
que se tienen para que se dé un avance en los alumnos. Me llama la
atención donde se habla que pocas veces se responsabiliza al docente o a la
institución sobre el fracaso de los alumnos.
Marca el valor de uso, si el
aprendizaje es útil, si tiene sentido, significación y relevancia, si despierta
interés y motivación; también marca el
valor de cambio, si es canjeable por una nota o una calificación, lo que
considero que una nota no está dentro del proceso de evaluación.
Me
hizo recordar que es muy difícil que el conocimiento entre a la fuerza, que
debemos ser innovadores, buscar estrategias que hagan más amena y atrayente la
clase, ser observadores para detectar las habilidades, potencialidades y
debilidades de los alumnos para poder apoyarlos y lograr mejorar el aprendizaje
significativo. Me permitió concluir que la calificación y evaluación son de
carácter académico, representan el tipo y nivel de los aprendizajes esperados,
que para emitirla debemos tomar en cuenta opiniones, percepciones, sentimientos
y observar para poder cuantificar
Concluyo
que La evaluación es un mecanismo sistemático con criterios claros que permite
valorar las competencias. Evaluarte guía para implementar la línea de formación
que ayudará a tener mejores herramientas que harán mejorar la práctica y
elevar la calidad educativa.
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